Rocío Galán González nació en Matalascañas (Huelva), el 11 de agosto de 1980. Con tan sólo 9 años, Rocío ganó un concurso de relatos en el colegio en el que cursaba sus estudios: La cuchara. Una historia sobre una cuchara mágica que salvaba la vida de la protagonista enferma. Su maestra, al ver su potencial, se reunió con ella, preguntándole sobre sus gustos literarios, y animándola a escribir. Pero Rocío, como cualquier niña de su edad, prefería jugar en la calle con sus amigos. Prosiguió sus estudios en la universidad, licenciándose en Pedagogía y participando en concursos literarios, que en alguna ocasión, la hicieron ganar premios en periódicos de tirada local, como su artículo La Felicidad, una reflexión sobre la vida, en la que la autora pone de manifiesto, que nadie nos enseña a ser felices. Tras finalizar sus estudios, y trabajar como orientadora laboral durante unos años, como muchos jóvenes de nuestro país, Rocío se quedó desempleada, retomando su participación en concursos literarios, y escribiendo varios microrrelatos, como El Vaso, finalista del I Concurso de Microrrelatos “Sueños” de Ojos Verdes Ediciones o Eterno Otoño, también finalista en el I Concurso de Microrrelatos “Otoño en el Muro” de El Muro del Escritor. Actualmente, esta Pedagoga y estudiante de Magisterio, intenta compaginar sus dos pasiones: la literatura y los niños, impregnando su obra, de lo que ella considera valores fundamentales en la sociedad actual como son, la amistad, la lealtad, la humildad, la honestidad, la solidaridad, el respeto y la generosidad. Valores que, en palabras de esta joven escritora, se han perdido, y tenemos el deber de recuperar e inculcar a nuestros pequeños, y qué mejor forma de transmitir estos valores, que mediante los cuentos.